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miércoles, 15 de mayo de 2013

BIOGRAFIA



Eloy Alfaro
(Montecristi, Ecuador, 1842 - Quito, 1912) Militar y político ecuatoriano, máximo representante del liberalismo radical, que fue presidente de la república en los períodos 1895-1901 y 1906-1911.
Eloy Alfaro era hijo del comerciante español Manuel Alfaro y la manabita Natividad Delgado. Su padre se dedicaba a la exportación y Alfaro participó en los negocios paternos, viajando al Perú, Colombia, América Central y el Caribe. En lo político, se inclinó por el liberalismo y en 1864 participó en una fracasada insurrección contra García Moreno. Exiliado en Panamá, allí emprendió varios negocios con éxito. En 1872, y siendo ya un hombre rico, contrajo matrimonio con Ana Paredes Arosemena, hija de uno de los notables del Istmo.

En 1875, tras el asesinato de García Moreno, Alfaro volvió al Ecuador y combatió al gobierno de Antonio Borrero. Apoyó el golpe de Estado de Veintemilla en contra de Borrero, el 8 de septiembre de 1876, tras el cual fue nombrado coronel. Pero meses después se declaró contrario a Veintemilla, que no cumplió el programa liberal prometido. A inicios de 1883, Alfaro fue proclamado jefe supremo de Manabí y Esmeraldas y organizó un ejército que derrotó al dictador, cuyo último reducto, Guayaquil, cayó el 9 de julio de 1883.
Tras el triunfo "restaurador", como se llamó al movimiento coligado en contra de Veintemilla, una Asamblea Constituyente eligió como presidente a José María Plácido Caamaño, frente a Alfaro, sostenido por los liberales. En 1884, cuando Caamaño se instaló en el poder, Alfaro encabezó una nueva revuelta que suspendió tras casi cuatro años de lucha, dedicándose entonces a los contactos internacionales. Sus adversarios se referían a él con el sobrenombre burlesco de "general de las derrotas", debido a sus fracasos militares.
Pero las cosas cambiaron al estallar el escándalo de "la venta de la bandera", el 3 de enero de 1895. En junio de ese año se desató la Revolución Liberal en Guayaquil: el presidente Luis Cordero debió renunciar, y Alfaro, que estaba en Panamá, fue proclamado jefe supremo. Alfaro llegó a Guayaquil el 19 de junio de 1895, e inmediatamente preparó el ataque contra los conservadores, atrincherados en la Sierra, a quienes los liberales derrotaron en San Miguel de Chimbo, Gatazo y El Girón antes de llegar a Quito, el 4 de septiembre.
Más tarde, el 12 de enero de 1897, una Asamblea Constituyente, tras expedir la undécima Constitución, se pronunció por el liberalismo y eligió como presidente a Alfaro. Durante su primer gobierno, que concluyó en 1901, Alfaro se dedicó a consolidar el triunfo liberal, a establecer la separación entre la Iglesia y el Estado y a impulsar la construcción del ferrocarril entre Quito y Guayaquil.
Más notable fue el segundo gobierno alfarista, vigente entre enero de 1906 y agosto de 1911. En este período se promulgó la Constitución de 1906, "la carta magna del liberalismo ecuatoriano"; se continuó la construcción del ferrocarril transandino, que arribó a Quito el 25 de junio de 1908; se consolidó la secularización en la enseñanza pública, y se realizaron también obras de infraestructura y comunicación.
En 1910 el conflicto limítrofe con el Perú estuvo a punto de provocar la guerra. Entretanto, se produjeron fisuras en el partido liberal, donde se enfrentaban el liberalismo radical de Alfaro y el liberalismo oligárquico de Leonidas Plaza Gutiérrez. En las elecciones de 1911, el gobierno alfarista impuso a su candidato Emilio Estrada mediante un fraude, pero Alfaro se arrepintió de tal maniobra y quiso obtener la renuncia de Estrada mediante la convocatoria a un congreso extraordinario. Para entonces, el placismo se había aliado con Estrada en contra de Alfaro, que fue depuesto por el pueblo y el ejército y debió abandonar el país.
Entonces asumió el poder Carlos Freile Zaldumbide, quien entregó la presidencia al electo Emilio Estrada, en diciembre de ese año. Pero Estrada falleció y Freile Zaldumbide asumió la presidencia. Alfaro y otros dirigentes radicales regresaron al país pensando influir en la designación de un nuevo mandatario, pero Freile Zaldumbide los apresó en Guayaquil.
Trasladados a Quito, el 28 de enero de 1912 una turba asaltó la prisión y acabó con Eloy Alfaro, Flavio y Medardo Alfaro, Luciano Coral, Ulpiano Páez y Manuel Serrano. Sus cuerpos, arrastrados a modo de trofeos sangrientos por la ciudad, fueron quemados en El Ejido. Al parecer, una oscura alianza entre el placismo y los conservadores fue el origen de esta acción criminal.

EL REVOLUCIONARIO


HOGUERA BARBARA


El domingo 28 de enero de 1912, Quito se convirtió en escenario del crimen que una turba fanática consumó contra el general Eloy Alfaro Delgado, líder del liberalismo ecuatoriano, su hermano Medardo, su sobrino Flavio, el periodista Luciano Coral y los militares Manuel Serrano Renda y Ulpiano Páez.
En la consumación del martirologio influyeron aquellos antecedentes incubados por la ambición y deslealtad de  jefes liberales y fuerzas políticas y económicas contrarias a los afanes transformadores alfaristas.
Desde el derrocamiento de Alfaro en agosto de 1911, la división del liberalismo agudizó y esa situación la aprovecharon terceros para captar posiciones. Por la muerte del presidente Emilio Estrada en diciembre de 1911, a pocos meses de ejercer su mandato, asumió como encargado del poder Carlos Freile Zaldumbide.
Este último tuvo el respaldo de los generales Leonidas Plaza y Julio Andrade, pero no de Pedro J. Montero, quien pidió el regreso de Eloy Alfaro, que en efecto arribó el 4 de enero. La tarea pacificadora del ex presidente resultó infructuosa, pues ocurrieron feroces combates entre las fuerzas simpatizantes del gobernante interino y los liberales radicales.
En Huigra, Naranjito y Yaguachi, los leales a Eloy Alfaro llevaron la peor parte. La guerra civil cesó por la suscripción del Tratado de Durán (22 de enero de 1912), que daba garantías a los dirigentes rebeldes hecho prisioneros, aunque resultaron falsas.
Pedro J. Montero murió asesinado el 25 de enero en Guayaquil por el ataque de un soldado y de la turba que lo mutiló, arrastró y le prendió fuego en la plaza de San Francisco. El grupo que encabezaba Eloy Alfaro salió  por tren a Quito en la madrugada del 26. Cerca del mediodía del domingo 28, la máquina entró en la ciudad.
Los prisioneros fueron llevados al Panóptico, en medio de actitudes sospechosas del populacho. Sin dar tiempo a algún leal auxilio, la displicente masa de hombres y mujeres asaltó los calabozos, gracias al comportamiento cómplice de autoridades y guardias de turno.
El grupo inició la masacre y asesinó, ofendió cadáveres, los arrastró y solo culminó su orgía de sangre cuando en la pira del parque El Ejido ardió el cuerpo del líder manabita. El escritor Alfredo Pareja Diezcanseco denominó 'La hoguera bárbara' al repudiable episodio.

PRESIDENTE


OBRAS



Obras

Durante este primer período de la administración de Alfaro se firmó el "Contrato Harman", en virtud del cual quedaba asegurada la continuación rápida de los trabajos del ferrocarril Guayaquil a Quito, llegando hasta Colta, en este Período.

Eloy Alfaro también dio mucho impulso a la educación. El 1 de octubre de 1869 inaugura el colegio "Bolívar" de Tulcán, en 1907 la Escuela de Artes y Oficios, el 11 de junio de 1897 el Instituto Nacional "Mejía", el 20 de octubre de 1900 la Escuela de Bellas Artes de Quito, el 14 de febrero de 1901 el Colegio Normal Manuela Cañizares; el 25 de mayo de 1901 el Colegio Normal Juan Montalvo, el 110 de agosto de 1901 el Colegio Vicente Rocafuerte de Guayaquil y el Colegio Militar Eloy Alfaro .

En esta administración del General Alfaro, se realizaron las siguientes obras: en 1908 se inauguró el ferrocarril del Sur, se dio 1’700.000 sucres para el Agua Potable de Quito, dotó a Guayaquil de canalización, se inauguró en la Recoleta el local que hoy ocupa el Ministerio de Defensa, proveyó al Ecuador de un armamento. Hizo levantar planos de nuestra frontera y proporcionó adecuados edificios a diversas instituciones militares.

EL MEJOR ECUATORIANO

ELOY ALFARO. 

Eloy Alfaro eres tú: Icono, La libertad que dejaste nos apremia La democracia pura nos hereda La historia y el tiempo te recuerdan Tú sencillo y gran personaje. Anunciando tú juzgar Muy liberal, tu don victorioso De tu corazón muy virtuoso Tu ideal a la Patria y libertad Para la lucha de futuro y bienestar. Fuiste sellando tus sueños Haciendo alegría y realidad Con el ferrocarril, mas trabajo Educación, soberanía y porvenir Le diste a un Ecuador; un surgir. Liberalismo es tu otro nombre Y el que mucho lo han de vivir, Es muy grato, el notorio revivir El eco de la gloria única, Nuestra democracia un existir… Viejo luchador, es tu apodo Caudillo ilustre de mi país Por muchas épocas que pasen Eres espíritu, país que nace Recodando las obras en Manabí. Alfaro oh!! Alfaro Transformador de corazón La obra gigantesca, Tu bella revolución 5 de junio: se vive la pasión El laicismo y formación Construyeron el nuevo Ecuador Entrega, honra y sacrificio Inspiración de progreso nacional Son testigos: como crece la ULEAM Montecristense desde inicio: tradición Con tus tantas luchas guerrilleras Tu cultura, tu política: la consagración De tus obras, hoy en América Te rinde respeto y admiración. Hablar de ti Alfaro: es historia Hablar de historia es democracia. Y en democracia están tus huellas, El perdón hacia tus enemigos Grandeza de corazón, es tu compasión Tu espíritu Alfaro, sigue vivo Marcando la historia en Ecuador, Nos dejas gratos recuerdos Tu gente, tu pueblo: te proclama… Ante Dios y la patria, el mejor Ecuatoriano.

EL FERROCARRIL

Según informaciones recabadas, se desprende que desde el tiempo de la presidencia de del Gral. Juan José Flores, ya se estaba gestando la construcción de una vía férrea para unir al país, la misma que al transcurrir varios periodos presidenciales, se comenzó recién avizorar su construcción en el Gobierno del Dr. Gabriel García Moreno quien hace preparar los respectivos estudios para dar inicio a la construcción del gran caballo de acero, pero fue hasta que el Gral. Eloy Alfaro Delgado (1842 - 1902). Llegara al poder para aceptar el reto de construir esta obra de gran trascendencia para el Ecuador y Sur América en ese entonces después de sortear una serie de factores adversos que influían en el desarrollo de esta grandiosa aventura. Alfaro tuvo que recurrir a un préstamo financiero de un amigo personal, archimillonario filántropo inglés llamado James Sivewright, que daba protección a toda empresa honrada que se le presentará por lejano que fuera el lugar donde se realizara, quien tomó parte como accionista en nuestro ferrocarril con cuyo apoyo se logró seguir adelante. Alfaro decide iniciar la construcción de la línea férrea del Sur, que se iniciaría en Durán y terminaría en Chimbacalle Quito, según informaciones recabadas en Yaguachi estuvo situada la primera estación, por lo que se tenia que trasladarse desde Guayaquil a Yaguachi por vía fluvial.

Historia



Lo llamaron el “Viejo luchador” por su ferviente obsesión por las ideas liberales, en contra de los gobiernos conservadores. Despectivamente sus adversarios lo denominaron, “El enano” por su baja estatura, y “el general de las derrotas” por su lucha incansable, pero vana, contra García Moreno. Sin embargo, en el siglo XXI, su país lo ha reconocido en muchas oportunidades como el mejor ciudadano de Ecuador.

HISTORIA. Pocos días después de la muerte del presidente Estrada, estalló en Guayaquil una revolución liderada  por el general Pedro Montero y por muchos alfaristas. La revolución quedó vencida después de algunos combates se dieron en Huigra, Naranjito y Yaguachi.  
Leonidas Plaza, jefe de las fuerzas gobiernistas, ordenó la detención de Eloy Alfaro, su hermano y demás liberales.
Ellos fueron llevados a Quito donde el 28 de enero de 1912 una multitud de personas ingresaron a la cárcel donde estaban detenidos y después de un linchamiento, arrastraron los cuerpos por las calles de Quito hasta donde hoy queda el parque El Ejido. En el lugar los incineraron.
Los restos de Alfaro fueron enterrados en Quito, en secreto, días después y luego trasladados a Guayaquil. 


GENERAL ELOY ALFARO

Fue un patriota, un humanista, un hombre visionario, con una gran lealtad a sus ideales y principios, esas cualidades de líder auténtico lo llevó ha realizar ser una magna obra dictando una Constitución Política que ha regido la vida del país durante todo el siglo XX, hizo una amplia y consistente reforma de diversas leyes para dar seguridad jurídica a los ciudadanos, estableció un Estado laico separando el poder político de la influencia eclesiástica, procuró por todas los medios la unidad nacional, le dió principal atención a la educación creando Normales para formar nuevos profesores con nueva mentalidad y actitudes, hizo una verdadera revolución educativa, creó nuevos Colegios de enorme prestigio como el Colegio Mejía en Quito, Colegio Olmedo en Portoviejo, Colegio Eloy Alfaro en Bahía de Caráquez, Normales como el Manuela Cañizares para mujeres y el Juan Montalvo para varones en Quito, creó el Conservatorio de Música, la Escuela de Bellas Artes, institucionalizó las Fuerzas Armadas y creó el Colegio Militar, dotó de agua potable a Quito y canalización a Guayaquil y cuando tuvo la ocasión defendió con entereza la soberanía nacional en la que pronunció una de sus frases históricas "Tumbez, Marañón o la Guerra ".

Apoyó la equidad de género y por primera vez nombró a una mujer para un cargo público, creó una red de ferrocarriles para unir todo el país, fue en definitiva el gran constructor del Ecuador moderno del siglo XX durante el ejercicio de la Presidencia del país por dos ocasiones de 1895 a 1901 y en 1906 a 1911.

José Martí lo calificó como uno de los pocos latinoamericanos creativos. La lucha de Alfaro no fue perdonada por los traficantes de los intereses del país y fue cobarde y brutalmente asesinado junto con su hermano Medardo y otros tres de sus más cercanos coidearios, siendo arrastrado desde el Penal García Moreno hasta el Parque "El Ejido" en Quito, donde una turba embriagada y pagada incineró su cadáver y de sus 4 acompañantes en la más negra página de la historia del Ecuador.

ELOY ALFARO

Eloy Alfaro fue un reconocido militar y político ecuatoriano, nació en Montecristi (Manabí) el 25 de junio de 1842. Su padre fue don Manuel Alfaro y González, republicano español natural de Cervera del Rio Alhama (Rioja) el cual llegó al Ecuador en calidad de exiliado político; su madre doña María Natividad Delgado López. Recibió su instrucción primaria en su lugar natal, después de terminar se dedicó a ayudar a su padre en los negocios comerciales. Durante su juventud se nutrió de las doctrinas que producen libertad y democracia, todo lo que olía a tiranía iba contra sus principios por eso luchó contra García Moreno, Borrero, Veintemilla y Caamaño, y con enfáticas luchas conquistó el título de "Viejo Luchador". Eloy Alfaro pasó por muchas y serias dificultades en la diversas campañas que emprendió, tendientes a combatir la tiranía, en estos combates gastó su fortuna adquirida en Panamá. Durante el primer período de la administración de Alfaro se firmó el "Contrato Harman", en virtud del cual quedaba asegurada la continuación rápida de los trabajos del ferrocarril Guayaquil a Quito, llegando hasta Costa, en este Período. Eloy Alfaro también dio mucho impulso a la educación e inauguró varios centros educativos entre ellos: el Colegio Bolívar de Tulcán y el Colegio Mejía de Quito. En la segunda administración del General Alfaro, se realizaron las siguientes obras: en 1908 se inauguró el ferrocarril del Sur, se dio 1’700.000 sucres para la construcción del sistema de agua potable de Quito, dotó a Guayaquil de canalización para este mismo servicio básico, se inauguró en la Recoleta el local que hoy ocupa el Ministerio de Defensa del Ecuador, proveyó a este país de un armamento. Hizo levantar planos de nuestra frontera y proporcionó adecuados edificios a diversas instituciones militares. Alfaro es destituido por un golpe de estado el 11 de agosto de 1911, y posteriormente se exilia a Panamá. Un año después fue asesinado (28 de enero de 1912), su cuerpo fue arrastrado a modo de trofeos sangrientos por la ciudad, fueron quemados en El Ejido. Al parecer, una oscura alianza entre el placismo y los conservadores fue el origen de esta acción criminal.